Acciones en torno al 25N ¡Implicados os queremos!
12-diciembre-2021
Este 25N hemos
querido hacer una llamada
a los chicos para que se impliquen por los buenos tratos y visibilizar aquellos
que apuestan por ello. ¡Implicados os queremos!
Por eso, hemos animado específicamente a
los chicos a defender con complicidad los Buenos Tratos y unas mayores cotas de
igualdad y libertad, pues tienen tanto que ganar como las chicas y el conjunto
de la sociedad. La mayor implicación de los hombres ayudará además a demostrar
que la mayoría no maltrata a nadie y contribuirá a desmontar los estereotipos
sexistas y las perversas lógicas esencialistas que atribuyen a las mujeres la
categoría de víctimas y a los hombres la de victimarios por definición,
ignorando el problema estructural que sostiene y alimenta esas conductas.
Necesitamos que los hombres sigan
comprometiéndose con el feminismo, a favor de una sociedad sin violencia
sexista, más igualitaria, sin imposiciones heterosexuales ni de género y con
mayores márgenes de autonomía personal y de libertad. Solo sumando voluntades
de unos, otras y otres podremos avanzar. Por eso, implicados e implicadas
nos queremos.
Y como todos los
años, son muchas las actividades que hemos puesto en marcha buscando esa
implicación colectiva en la erradicación de la violencia sexista.
Acciones en redes:
- Video-campaña “¡Implicados os queremos!”
- Cadena de chicos implicados por los buenos tratos
Acciones en la calle:
Nos lanzamos a la calle y a las universidades para hablar con los chicos sobre su implicación por los buenos tratos y contra la violencia sexista.
- “Implicados os queremos”. Universidad de Sevilla.
- Los Buenos Tratos dejan huella. Universidad de Almería.
- ¿Hablamos sobre buenos tratos? Universidad de Granada.
Y nos sumamos a las convocatorias de manifestaciones en Granada y Sevilla.
CAMPAÑA COMPLETA:
http://www.accionenred-andalucia.org/25n-implicados-os-queremos/
VÍDEO RESUMEN DE ACTIVIDADES EN TORNO AL 25N
Implicados os queremos
El 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia Sexista, es una oportunidad para que toda la ciudadanía nos movilicemos contra el insoportable problema social que es la violencia sexista y que padecen mayoritariamente las mujeres.
La persistencia de la violencia de
género confirma que el sexismo tiene todavía demasiado peso en nuestra sociedad
y que legitima la subordinación y la violencia contra las mujeres y contra todas
las personas cuya orientación sexual, identidad o expresión de género no cuadre
con el rígido esquema heterosexista y binario de hombre vs mujer. Se ha
avanzado mucho en igualdad entre mujeres y hombres y tenemos mayores márgenes
de autonomía y libertad, pero las instituciones, las mentalidades y los
comportamientos siguen contaminados por ese sexismo, que nos perjudica a todas
las personas. Para avanzar, es necesario que las instituciones públicas y la
sociedad en su conjunto nos esforcemos en llevar a cabo las transformaciones
socioculturales necesarias.
Caminando en esa dirección, desde acciónenred
Andalucía nos dirigimos en esta ocasión a los chicos. No os quedéis rezagados,
os necesitamos implicados y participando en las movilizaciones. En ellas exigiremos
a las administraciones públicas que adopten políticas preventivas, como la educación
sexual en todas las etapas educativas, cuya implantación por mandato
legislativo se viene incumpliendo sistemáticamente a pesar de saber que es una
herramienta clave para erradicar la violencia de género.
Por eso, animamos específicamente a
los chicos a defender con complicidad los Buenos Tratos y unas mayores cotas de
igualdad y libertad, pues tienen tanto que ganar como las chicas y el conjunto
de la sociedad. La mayor implicación de los hombres ayudará además a demostrar que
la mayoría no maltrata a nadie y contribuirá a desmontar los estereotipos
sexistas y las perversas lógicas esencialistas que atribuyen a las mujeres la categoría
de víctimas y a los hombres la de victimarios por definición, ignorando el
problema estructural que sostiene y alimenta esas conductas.
Necesitamos que los hombres sigan comprometiéndose con el feminismo, a favor de una sociedad sin violencia sexista, más igualitaria, sin imposiciones heterosexuales ni de género y con mayores márgenes de autonomía personal y de libertad. Solo sumando voluntades de unos, otras y otres podremos avanzar. Por eso, implicados e implicadas nos queremos.
25N Urgen cambios profundos para acabar con la violencia sexista
24 noviembre 2020
Este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Sexista, viene marcado por la pandemia. La crisis económica y social agravada por la COVID-19 ha visibilizado y aumentado la precariedad en que se encontraban cuidadoras de personas mayores, empleadas del hogar, trabajadoras sexuales y otras actividades feminizadas, donde hay además una importante presencia de mujeres migradas. Realidad que impacta de manera significativa en muchas víctimas de violencia sexista.
Durante la pandemia, se ha venido hablando del infierno que el confinamiento ha supuesto para muchas mujeres en situación de violencia. La tensión, el miedo a la muerte, la incertidumbre, las dificultades económicas, el confinamiento en una vivienda de reducidas dimensiones y el mayor aislamiento social efectivamente pueden contribuir a una escalada de la violencia. ¿Ha sido así?
En lo que va de año, 38 mujeres han muerto a causa de la violencia de género en España, es la cifra más baja a octubre, desde 2003, según el último balance del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad. Las denuncias han disminuido, según el Consejo General del Poder Judicial, en el segundo trimestre del 2020 ―en pleno estado de alarma, se produjeron 34.000 denuncias, un 14 % menos que el año anterior en el mismo periodo―, pero las llamadas al servicio 016 subieron un 27,5 % y su uso online aumentó un 493,5 %, según declaraciones de Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género. Es decir, han bajado los asesinatos de mujeres y las denuncias, pero eso no significa necesariamente que haya descendido el maltrato.
Laura Macaya en su magnífico artículo Para evitar “una nueva normalidad” de la violencia de género, publicado el 18 de mayo de este año en Ctxt,alerta sobre el error de considerar que el confinamiento es el motivo por el que las mujeres están encerradas con sus agresores. Como bien afirma también en este artículo, se corre el riesgo de considerar que las víctimas de violencia en el ámbito de la pareja o expareja están privadas, de forma total y absoluta, de la capacidad para tomar la más mínima decisión sobre su destino y que su voluntad y autonomía no existe y solo obedecen a los designios de otro u otros. No parece que este sea un buen camino para reforzar la autonomía de estas mujeres. Señala Macaya, además, las consecuencias de este enfoque: "Esta supuesta incapacidad de acción limita en las víctimas la posibilidad de entenderse como agentes de cambio de su propia situación, alimentando la desresponsabilización que justifica la necesidad de protección por parte de un agente externo”.
Reforzar la
capacidad de agencia es un aspecto central e imprescindible para
acabar con la violencia sexista. Ello lleva aparejado la toma de
conciencia del conjunto de la sociedad de los límites que la
dificultan y la necesaria transformación de los marcos económicos y
sociales que no anulan, pero obstaculizan en mayor o menor media, la
capacidad de decisión de las mujeres.
Esto implica
atender a la desigualdad, a las dificultades de acceso a una
vivienda, a la inestabilidad y precariedad laboral, a la
accesibilidad de las personas con diversidad funcional, a una ley de
extranjería que permite la expulsión de una mujer migrante
indocumentada que ha sufrido violencia de género si no ha logrado
una sentencia judicial firme, a la necesaria equiparación de
derechos de las empleadas de hogar con el resto de los trabajadores,
a los derechos de las trabajadoras sexuales o al reforzamiento de los
servicios públicos (educación, servicios comunitarios, sanidad,
dependencia, seguridad social…).
Reclamamos que el
cuidado y la sostenibilidad de la vida ocupen un lugar central en las
políticas públicas apostando por un modelo económico, social y
cultural basado en los derechos humanos, que contribuya a reforzar la
capacidad de agencia de las mujeres. Es esta una estrategia
imprescindible para mejorar la vida de las mujeres que sufren
violencia, así como la de sus hijos e hijas, y para construir una
mejor sociedad.