DOSIER: DERECHOS HUMANOS Y MIGRACIONES

Este dosier forma parte de la campaña que lanzamos desde accionenred Andalucía “Con los derechos no se juega”, con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, que se celebra el 10 de diciembre.

Como reconoce el Consejo de Europa a través de la comisaria de Derechos Humanos en su informe anual de actividades 2019, los DDHH en Europa “están cada vez más cuestionados y amenazados y llama la atención sobre la mayor aceptación política y social del racismo, el desprecio hacia los inmigrantes y refugiados, la normalización creciente de las expulsiones ilegales y los actos que deshumanizan a las personas que intentan cruzar las fronteras”.

Con esta campaña queremos expresar nuestra preocupación por el retroceso que se está produciendo en el respeto a los derechos humanos y, de manera particular, en materia de inmigración y asilo.

Diciembre 2020


Con los derechos no se juega

10D "Con los derechos no se juega"

Hoy, 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, desde acciónenred Andalucía queremos expresar
nuestra preocupación por el retroceso que se está produciendo en Europa en el
respeto a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, de manera
particular, en materia de migración y asilo.

En estas últimas semanas, hemos asistido a una serie de acontecimientos,
tanto a nivel europeo como español, que evidencian una intolerable falta de
respeto con los derechos de las personas migrantes y refugiadas. El nuevo Pacto
sobre Migración y Asilo de la Comisión Europea, las devoluciones en caliente, que siguen siendo ilegales pues no se están llevando a
cabo con las debidas garantías procedimentales que exige el Tribunal
Constitucional, así como la lamentable acogida que se ha ofrecido a
miles de personas migrantes en Canarias, son hechos que suponen un grave
atropello a las garantías que deben proteger a estas personas.

Este año, la ONU vincula el aniversario a los efectos de la
pandemia y especialmente a las consecuencias que tiene sobre los países más
pobres, que va a suponer un salto atrás en los avances que se estaban
produciendo para combatir la pobreza a nivel mundial. En nuestro país los
sectores que se van a empobrecer como efecto de la pandemia son muchos pero,
sin duda, uno de los colectivos más afectados será la población inmigrante por
su situación especialmente precaria en el mercado de trabajo y, en
general, por su vulnerabilidad social, así como las personas refugiadas. Otro
de los efectos del aumento de la pobreza provocado por la COVID -19, es el
incremento de los flujos migratorios. La llegada de migrantes a Canarias en
estos meses es un ejemplo de ello, aunque no sea el único factor
explicativo. 

A nadie se le escapa que la actuación de los gobiernos europeos
en materia migratoria está demasiadas veces orientada por criterios que
responden a un juego político, de equilibrio y de equilibristas, para
satisfacer los deseos de los países más contrarios a acoger a personas
migrantes y refugiadas y que ya tiene un largo recorrido en el seno de la UE,
condicionando las políticas migratorias y usando los  derechos humanos como moneda de cambio. Una
situación que está imposibilitando una política común e integral en materia de
migraciones y asilo basada en el cumplimiento de los derechos humanos y que
garantice la responsabilidad compartida y la solidaridad entre los países de la
Unión Europea en la gestión de los flujos migratorios.

Las políticas europeas para gestionar estos flujos no pueden
estar condicionadas, de manera casi exclusiva, por el fortalecimiento de las
fronteras exteriores que tienen como objetivo evitar que lleguen a Europa
inmigrantes y refugiados, aunque ello suponga acostumbrarnos a ver como mueren
cada día cientos de personas en el Mediterráneo y, en los casos en los que
estas personas consiguen llegar a nuestras costas, poner en marcha una serie de
mecanismos para expulsarlos. La externalización de las fronteras, las políticas
de devolución y retorno y los mecanismos de control en fronteras, están guiadas
con demasiada frecuencia por criterios que no respetan los Derechos Humanos.

Asimismo, los países del Sur tampoco podemos convertirnos en
los guardianes de las fronteras europeas. La política seguida por el Gobierno
de España en Canarias, bloqueando el traslado a la península de los
inmigrantes, se explica por las presiones europeas que quieren evitar que estas
personas puedan llegar a sus territorios, aunque ello suponga un  trato denigrante y contrario a los valores
europeos y españoles, convirtiendo a Canarias en una nueva “Moria”. 

Por todo ello, exigimos el blindaje de los derechos humanos en el seno de la Unión Europea y su obligado cumplimiento por parte de todos los Estados miembros. Con los derechos humanos no se juega, no se negocia, son un imperativo legal y moral de nuestras sociedades.

VÍDEO: https://youtu.be/tihhrGVhfIY

DOSSIER: http://www.accionenred-andalucia.org/dosier-derechos-humanos-y-migraciones/

https://youtu.be/tihhrGVhfIY