Memoria de actividad 21-22
Un año más presentamos nuestra memoria de actividad del curso 2021-2022. En estas páginas sintetizamos nuestras principales líneas de intervención y gran parte de la actividad que hemos desplegado en este curso, marcado por la recuperación paulatina de la normalidad tras la crisis de la COVID-19.
De un modo u otro, seguimos siendo muchas las personas que continuamos buscando alternativas para lograr mejoras en la vida de la gente y potenciar el tejido asociativo que lo posibilite, avanzando así en igualdad, libertad y justicia social. A todas, gracias por seguir estando ahí.
Editorial: Y tras la COP26 de Glasgow ¿qué hacemos?
20-diciembre-2021
Tras 26 años de COP (Conferencia
de las Partes), la primera fue en 1994, los niveles de emisiones de gases de
efecto invernadero (GEI) no han dejado de crecer a nivel mundial.
En 1992, en la Cumbre de la Tierra o también conocida como Cumbre de Río, se estableció la creación de la Convención Mundial de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, a la que se acogieron 196 países. Cuando esto ocurrió todavía no había tantas certezas de la influencia del papel humano en las emisiones de gases de efecto invernadero. El panel de expertos sobre cambio climático (IPCC) ya había emitido su primer informe en 1990 y el objetivo de dicha Convención Mundial era “estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero a un nivel que impida interferencias antropógenas (inducidas por humanos) peligrosas en el sistema climático".
Casi 30 años después, y con unos GEI que siguen en un aumento, cerramos la COP26 de Glasgow con la sensación de que todo sigue igual, y nada o poco cambia.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, inició la reunión recordando que el objetivo marcado en el Acuerdo de París era no superar los 1,5ºC pero que, según el último informe del IPCC, nos dirigíamos directamente a un aumento mayor de 2,7ºC a final de siglo, algo catastrófico, sino realizábamos un giro inmediato en nuestras políticas de combustibles fósiles. Para acercarnos al objetivo deseado debemos reducir un 45% nuestras emisiones de CO2 antes del 2030, dentro de 8 años.
Tras 15 días reunidos, el Pacto Climático de Glasgow, firmado por casi
200 países, es el primero de este tipo que prevé explícitamente la
reducción del uso y explotación del carbón, el combustible fósil que más gases
de efecto invernadero genera, y la reducción de los subsidios a los
combustibles fósiles ineficientes. La propuesta inicial era la eliminación, no
la reducción, pero India, al final de la negociación, exigió el cambio de
objetivo.
Otro elemento clave ha sido solicitar a los países actualizar a más tardar el año entrante, 2022,
sus metas de reducción de carbono para 2030. También fue incluido en el texto
final la promesa, no la obligación, de entregar más dinero a los países en
desarrollo para ayudarles a adaptarse a los impactos climáticos. Se hace
énfasis en la necesidad de "aumentar significativamente el apoyo" a
los países en desarrollo más allá de los 100.000 millones de dólares al año
comprometidos en París.
Otros acuerdos parciales fueron el que establecieron Estados Unidos y China. Los dos países anunciaron un acuerdo conjunto para hacer más a favor de reducir las emisiones esta década, y China se comprometió por primera vez a desarrollar un plan para reducir el metano, un potente gas de efecto invernadero, muy asociado a la agricultura, ganadería y gestión de residuos.
Los líderes de más de 100 países, incluidos Brasil,
China, Rusia y Estados Unidos, prometieron poner
fin a la deforestación para 2030.
Todas estas promesas podrían
sonar bien hace unos años, pero la situación de emergencia en la que nos
encontramos hace pensar que son insuficientes. Principalmente por su falta de
concreción de plazos y cuantías, la falta de obligatoriedad y el
desconocimiento de la procedencia de los
fondos para llevarlas a cabo.
No queda definido cuántas emisiones debe recortar cada país durante la próxima década y con cuánta rapidez. Se revisará de nuevo en la COP27, en Egipto. Otro año más perdido. Quién otorgará a los países en desarrollo los fondos que necesitan para recurrir a energías menos contaminantes y enfrentar los desastres del clima cada vez más extremos es otro de los temas candentes que ha quedado sin resolver. Y quién compensará los daños producidos por el cambio climático en los países o áreas más vulnerables ha quedado en el aire.
Mientras, la sociedad civil organizada y no organizada ha asistido expectante al desenlace de esta cumbre. Organizaciones sociales y ecologistas, movimientos climáticos (especialmente de jóvenes), científicos y personas de a pie, todavía albergábamos alguna esperanza en que la ansiada COP26 fuera el arranque definitivo hacia un cambio en el modelo, hacia un descenso de las emisiones de GEI a nivel mundial, hacia la eliminación del carbón como combustible fósil de referencia y reducción de los restantes, hacia una transición energética y ecológica real y palpable.
Greta
Thunberg, Vanessa
Nakate, y otras jóvenes activistas climáticas han liderado las
movilizaciones por el clima que se han producido en Glasgow y en más de 200
ciudades del mundo. El lema de los
jóvenes en la cumbre de Glasgow, “not
more blablabla”, deja claro cuáles son las sensaciones y conclusiones de la
reunión.
Los resultados no son los esperados, no se ha producido el compromiso real que la sociedad, o parte de ella, deseábamos. Tendremos que esperar a 2022, para intentarlo de nuevo. Mientras esto ocurre debemos, a pesar de la desesperanza, mantenernos activos, unidos y comprometidos. Las organizaciones que estamos en esta causa debemos establecer lazos más fuertes, generar más movilización y conciencia y trabajar en el ámbito educativo con los jóvenes y sus familias, apoyando sus iniciativas. Los jóvenes ya han demostrado y siguen demostrando que este problema les interesa.
Es nuestra responsabilidad seguir instando a los gobiernos (desde municipales a estatales) a que cumplan sus obligaciones con la ciudadanía. Porque no estamos hablando de “Salvar el Planeta, ni salvar a las ballenas”, estamos poniendo en jaque la continuidad de nuestra especie, la posibilidad de una vida humana que pueda ser vivida dignamente.
Cientos de organizaciones y
personas siguen poniendo en marcha múltiples y diversas acciones que reducen la
contaminación, reducen los residuos y los impactos y generan una forma de vida
más acorde con nuestro planeta y sus recursos. Cooperativas energéticas,
ecohuertos urbanos y escolares, pequeñas empresas de reciclaje y reutilización,
iniciativas para movilidad sostenible, redes de apoyo a personas vulnerables,
iniciativas ciudadanas de revegetación de los espacios, sistemas para reducir
el desperdicio alimentario masivo, y muchas otras acciones son necesarias en
nuestras vidas, y nos marcan una senda a seguir, nos alientan para creer que el
cambio de modelo es posible, no sólo desde el ámbito institucional, sino desde
el ámbito ciudadano.
Por todo ello, desde accionenred Andalucía, seguiremos trabajando y movilizando, creando espacios de encuentro, favoreciendo intercambios, acercándonos a los jóvenes para recoger sus inquietudes y dándole altavoz a las múltiples iniciativas que nos dicen que la transición ecológica es posible. Queremos seguir transmitiendo a la ciudadanía que hay esperanza, que millones de personas ya están en el camino y que, independientemente de lo que se acuerde en las esferas institucionales, seguimos apoyando y trabajando por la transición hacia un modelo más justo y respetuoso con nuestro planeta y con las personas.
II Edición "Red Joven Sexo Consentido 2.0"
20-diciembre-2021
Este curso
hemos desarrollado la segunda edición del proyecto “Red Joven sexo consentido
2.0.”, que cuenta con la colaboración del
Ayuntamiento de Sevilla (Delegación de Igualdad, Educación, Participación
ciudadana y Coordinación de Distritos).
La educación sexual es un derecho humano insoslayable que además
contribuye a mitigar la violencia sexual en un contexto en el que han aumentado
las denuncias por violencia sexual y también por agresiones homófobas. Sin
embargo, sigue siendo una asignatura pendiente.
Desde acciónenred Andalucía queremos contribuir socialmente a afirmar estos derechos sexuales tan escasamente atendidos. El proyecto que nos ocupa ha desplegado cuatro líneas de acción de carácter formativo y divulgativo.
El pistoletazo de salida lo dimos con una campaña en redes sociales el 28 de septiembre que se conmemora el Día Internacional por los Derechos Sexuales y Reproductivos de las Mujeres. Lo celebramos reivindicando que se garantice el derecho a la educación sexual desde los Buenos Tratos a lo largo de toda la etapa educativa con una viñeta humorística de la artista Daniella Martín. La campaña fue bien recibida en redes y ampliamente compartida. Hemos sumado a la campaña de sensibilización on line material didáctico, atendiendo así la demanda expresada en la investigación cualitativa que hicimos en la edición anterior. En concreto, la guía “Deseo, placer y satisfacción”, de Noemí Parra Abaúnza.
Un poco más adelante, en la segunda quincena de octubre, realizamos el curso on line de 20h de educación sexual en el que han participado 174 personas, en su mayoría formadoras de menores y jóvenes y estudiantes de Trabajo Social y Ciencias de la Educación, pues su papel tiene un efecto multiplicador. El alumnado ha evaluado con sobresaliente (9 en escala de 1 al 10) tanto los contenidos del curso como la utilidad para su vida cotidiana y profesional. Destacan especialmente los recursos, el enfoque y las enseñanzas en el ámbito de los acompañamientos en casos de violencia sexual; proponen como mejora mayor interacción ya sea presencial o en streaming.
Los días 29 de octubre, 8 y 19 de noviembre, setenta y cuatro mujeres han participado en las formaciones presenciales sobre autoestima y sexualidad. Unos talleres de autoconocimiento con mucho poderío dinamizados por la psicóloga y sexóloga Pilar Habas.
Finalmente, alumnado del curso on line y voluntariado de acciónenred han diseñado en el marco de una experiencia de aprendizaje y servicio una feria de educación sexual dirigida a sus iguales, en concreto en la Facultad de Ciencias de la Educación el pasado 17 de diciembre. A través de diferentes juegos, han reivindicado este derecho básico y han compartido herramientas de educación sexual desde los #BuenosTratos. En la acción de sensibilización se involucraron unos 200 jóvenes. La actividad fue valorada muy positivamente y estamos considerando replicarla en otros espacios dada su utilidad y acogida.
El proyecto se ancla en un espacio de voluntariado feminista conformado por jóvenes que a través de sesiones mensuales formativas van desplegando todas estas iniciativas.