Igualdad y feminismo

Desde nuestro punto de vista, intervenir por la igualdad en una sociedad, en la que perviven estereotipos y marcos de socialización diferenciadores para hombres y mujeres, pasa indiscutiblemente por arrinconar el sexismo en todos los ámbitos de nuestra vida.

Partimos de la idea de que todos y todas tenemos la posibilidad de desarrollar nuestras capacidades de igual modo. O dicho en negativo: no hay incapacidades que actúen de modo apriorístico por razón de sexo.

De esta premisa ética parte la concepción de antisexismo con la que nos identificamos: la lucha contra unas mentalidades que atribuyen unas cualidades y patrones diferenciados a hombres y mujeres. Unos patrones que pueden comportar sufrimiento para unas y otros, además de discriminación y subordinación para muchas mujeres y también para quienes, sea por orientación sexual o por identidad, cuestionan la norma heterosexista, ya que comportan, además, una valoración desigual.